El sector de la panificación ha experimentado un proceso de industrialización durante los últimos años. Especialmente, las líneas de fabricación de pan, que trabajan ininterrumpidamente y de forma muy automatizada. Esto ha provocado que el tiempo que se podía dedicar antes al lavado i secado de bandejas, cajas y cangilones sea, ahora, uno de los puntos críticos de las líneas productivas.
Y es que a menudo, como también pasa en otros sectores (por ejemplo el lácteo-quesero), las líneas de lavado ya queden integradas en la línea productiva de la planta con una fase más del proceso. Es decir, la bandeja, caja o cangilón, una vez ha pasado por todos los procesos, llega vacía a la línea de lavado y secado donde se lava y seca de manera que al salir de ésta, ya se dirige automáticamente al inicio de la línea para volver a comenzar el proceso de fabricación.